Las eflorescencias en fachadas son un fenómeno desconcertante que a menudo causa preocupación en propietarios y constructores. Estas marcas blancas o cristalinas que aparecen en las superficies exteriores de los edificios pueden afectar no solo la estética, sino también la integridad de las estructuras.
Entender qué son estas eflorescencias, cómo se forman y, lo más importante, cómo prevenirlas se vuelve esencial para mantener la apariencia y la salud de las fachadas de los edificios.
En este artículo, exploraremos en detalle el origen de las eflorescencias en las fachadas, desentrañaremos sus causas subyacentes y ofreceremos estrategias efectivas para prevenir este fenómeno, brindando información valiosa para preservar la integridad y la estética de las estructuras arquitectónicas.
¿Qué son las eflorescencias en fachadas?
Las eflorescencias en fachadas son depósitos cristalinos o manchas blancas que aparecen en las superficies exteriores de edificios y estructuras construidas con materiales porosos, como ladrillos, piedra, hormigón o bloques de cemento. Estas marcas pueden variar en apariencia, desde una fina capa blanca hasta formaciones cristalinas más evidentes, y a menudo se presentan de manera irregular.
Estas eflorescencias son el resultado visible de la migración y evaporación de sales solubles presentes en los materiales de construcción o en el suelo. Cuando el agua se mueve a través de los poros de estos materiales, lleva consigo minerales disueltos, como sulfatos, carbonatos o cloruros. A medida que el agua se evapora en la superficie, las sales quedan depositadas, creando estas manchas o cristales blancos.
Las eflorescencias no solo afectan la estética de las fachadas, sino que también pueden indicar problemas subyacentes de humedad o filtración de agua. Aunque no suelen representar un riesgo estructural grave, sí pueden ser un indicador de que existe un problema que necesita ser abordado para prevenir daños a largo plazo en los materiales de construcción.
Es crucial para identificar su origen y tomar medidas preventivas adecuadas, ya que su aparición puede ser un indicio de problemas de humedad que necesitan ser tratados para mantener la integridad y estética de las fachadas de los edificios.
Causas de las eflorescencias en fachadas
Las eflorescencias en fachadas pueden tener varias causas, y su formación está estrechamente relacionada con la presencia de agua y sales solubles en los materiales de construcción.
Presencia de agua
El factor fundamental para la formación de eflorescencias es la presencia de agua. La humedad, ya sea por infiltración de lluvia, condensación o incluso la humedad inherente a los materiales de construcción, transporta sales disueltas a la superficie a medida que el agua se evapora.
Materiales porosos
Los materiales porosos, como ladrillos, hormigón, piedra natural o bloques de cemento, tienen la capacidad de absorber agua. Esta capacidad de absorción puede conducir a la migración de sales solubles hacia la superficie cuando el agua se evapora.
Suelos cercanos
En algunos casos, la presencia de sales en el suelo circundante puede filtrarse a través de la fachada, especialmente en estructuras con cimientos de hormigón o mampostería, contribuyendo a la formación de eflorescencias.
Problemas de drenaje
La acumulación de agua en la estructura debido a problemas de drenaje, como canalones obstruidos, fugas en tuberías o falta de sistemas de drenaje adecuados, puede aumentar la cantidad de agua que penetra en los materiales de construcción.
Reacciones químicas
Procesos como la carbonatación, donde el dióxido de carbono del aire reacciona con los componentes alcalinos del concreto, pueden descomponer los materiales y liberar sales solubles que luego migran hacia la superficie.
La combinación de estos factores puede desencadenar la migración de sales solubles hacia la superficie de las fachadas, formando eflorescencias. Identificar y corregir la causa subyacente es esencial para prevenir la formación continua de estas marcas en las estructuras arquitectónicas.
Tipos de eflorescencias en fachadas
Las eflorescencias en fachadas se dividen comúnmente en dos tipos: primarias y secundarias, según su origen y características:
Eflorescencias primarias
Estas eflorescencias se originan a partir de sales solubles que están naturalmente presentes en los materiales de construcción. Estas sales pueden provenir de componentes como el cemento, los aditivos utilizados en la mezcla de concreto o ladrillos, o incluso de minerales en la piedra utilizada en la construcción. Cuando el agua se mueve a través de estos materiales, disuelve las sales y las lleva a la superficie. Las eflorescencias primarias suelen ser más comunes en estructuras nuevas o recién construidas.
Eflorescencias secundarias
Estas eflorescencias se generan a partir de sales externas que penetran en los materiales de construcción desde fuentes externas, como el suelo circundante. Estas sales externas pueden infiltrarse en la estructura a través de la tierra, el agua subterránea o incluso como resultado de prácticas de limpieza inapropiadas que utilizan agua con altos niveles de sales. Las eflorescencias secundarias pueden aparecer después de un tiempo, no necesariamente al inicio de la construcción, y pueden indicar problemas de humedad o infiltración en la estructura.
Ambos tipos de eflorescencias comparten un proceso similar de formación, donde el agua transporta las sales solubles a través de los materiales de construcción hasta la superficie, donde se depositan cuando el agua se evapora.
La distinción entre eflorescencias primarias y secundarias es importante, ya que puede proporcionar información sobre la fuente y la naturaleza del problema de humedad o infiltración en la estructura.
Identificar el tipo de eflorescencia puede guiar las acciones necesarias para prevenir su formación continua y resolver los problemas subyacentes que causan la acumulación de sales en las fachadas.
¿Cómo prevenir la aparición de eflorescencias en fachadas?
La prevención de eflorescencias en fachadas implica tomar medidas para controlar la humedad y evitar la migración de sales solubles a la superficie de los materiales de construcción.
- Selección de materiales: opta por materiales de construcción de alta calidad con menor contenido de sales solubles. Busca productos que estén diseñados para minimizar la migración de sales, como ladrillos o concreto con bajos niveles de sales.
- Protección durante la construcción: protege los materiales durante la construcción para evitar su exposición prolongada a la lluvia o la humedad excesiva. Cubre los materiales de construcción cuando no estén siendo utilizados y evita la acumulación de agua en las superficies durante el proceso de construcción.
- Mejora del drenaje: asegúrate de tener un buen sistema de drenaje alrededor de la estructura para desviar el agua lejos de las paredes. Mantén los canalones limpios y en buen estado para evitar la acumulación de agua en la fachada.
- Sellado de juntas y grietas: sellando adecuadamente las juntas y grietas en la fachada, se puede reducir la entrada de agua y, por ende, la migración de sales hacia la superficie.
- Aplicación de tratamientos impermeabilizantes: la aplicación de revestimientos impermeabilizantes en las fachadas puede ayudar a reducir la absorción de agua y minimizar la migración de sales hacia la superficie. Estos tratamientos actúan como barreras protectoras contra la humedad.
- Control de la humedad: mantén un adecuado control de la humedad dentro de la estructura. Instala sistemas de ventilación adecuados para reducir la acumulación de humedad en el interior, lo que puede contribuir a la migración de sales hacia las superficies exteriores.
